martes, noviembre 03, 2009

John Katzenbach, un Avatar Urbano




Hablar de John Katzenbach -como escritor- es tener una cita con la muerte, caminando del brazo del suspenso psicológico que enmarca sus historias. No importa si vistes los jeans desvencijados que lucen muchos de sus personajes, un traje marrón o un uniforme militar, estarás allí a la hora prevista para el encuentro.

Utiliza una paleta de escasos colores con la maestría de cualquier pintor famoso, a través de la descripción de escenarios en los que acostumbra enfatizar las asperezas del clima. Se pasea entre el progreso y la miseria, planteando conflictos raciales, sociales y morales, una denuncia abierta contra quienes alimentan toda clase de prejuicios.

 
No es difícil tomar uno de sus libros y repantigarse en la silla haciendo muecas, porque te sumerges tanto en la historia, que empiezas a tamborilear un lápiz contra el escritorio mientras atas cabos sueltos y revuelves -en la memoria- cada escena, sientes la frente perlada y sudor bajo las axilas cuando estás frente al asesino, te encoges de hombros al arrebujarte en el asiento, frunces el ceño, con el rostro rubicundo, al darte cuenta de un detalle que se te escapaba, y serás detective, periodista, psicólogo, forense y filósofo sin proponértelo.

 
Katzenbach señala esa delgada línea entre la razón y la locura, en la que no siempre los “cuerdos” tienen un mejor análisis de los hechos. La muerte ostenta tantas caras como sus personajes, es valiente, reservada y despiadada, cada quien la sufre a su modo y ninguna perspectiva es despreciable. Su mundo, lleno de pesadillas y ruidos, es un laberinto del cual no querrás escapar.

 
Chiqui Abreu.-

No hay comentarios: