Domada por las pisadas del Milano
recupera su olor a mueble desgastado.
Nada entre cobijas de recelos,
adula al diablo, palmo a palmo,
se entrega a la corona del olvido
y rebosa el mar extorsionado.
Hojas de bronce que vuelven a secarse
entre encíclicas caducas por el vino
degustando el zumo muerto, digerido.
Es botella que endosa sus enojos,
salpican las miserias ilustradas
y retornan -en vilo- por su corcho.
Chiqui Abreu
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5 comentarios:
el vino es mi bebida favorita, gran compañero de soledades, gran bufon en las alegrías. te abrazo
la vida envuelta en restos de cristales, como una explosión,esa estrella esparcida en pequeñas partículas,que todavía esperamos ver en las noches sin luna,
mi admiración retoño del Caribe,
besos todos,
C.
Abuela: Tienes razón, es un maravilloso compañer y un descarado bufón, pero también suele convertirse en verdugo de muchos!
Gracias por tu visita y por ese abrazo que me toca el alma!
Céu: Nunca perdemos la esperanza de los rayitos de vida, ni en las noches más sombrías.
Gracias por tus bellas palabras, la admiración va de vuelta con tus magníficas letras!
Besotes para ambas,
Chiqui.-
(El anterior estaba en ruso, jejejeje, por eso lo borré!)
Grande, muy grande.
Adorable, muy adorable!!
Gracias coloso!
Chiqui.-
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