Nuestra luna –abatida-
asfixia espejismos
en agonizantes sombras,
cascabeles serpentean
ironías tornasoles,
velorios de sonrisas
preceden el cortejo fúnebre
del extinto y claudicado amor
que, sorbiéndonos el aliento,
hizo maletas sin consultar.
Pérfidas convulsiones azarosas
saturadas de ausencias inconclusas,
puñal de luces en mano
ahuecan mi existencia,
apagando cada caricia tuya.
Chiqui Abreu
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2 comentarios:
qué bueno, esperé tanto tu Blog, y aquí está, increíble!
De tu surrealismo mágico que decir, torna la melancolía y tristeza de las despedidas una pieza de arte y reflexión,
te felicito princesa de caracoles, ya era hora!
C.
Me encanta tenerte por acá, Cel, en este pequeño espacio en construcción, donde trato de volcar algunos sentimientos convertidos en letras.
Gracias por tu constante apoyo, querida amiga!!
Besos,
Chiqui.-
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