Cruzada de pies y ojos
hacía sonar el silencio
del vidrio apagado,
vaporoso té en sus cuchillos.
Dedos de arenas agrias,
semilleros de cornetas
sudando párpados,
sobre runas y escaldos.
Grafito envenenado
que escupe polvo
y abre burbujas de fuego,
imanes de diente y roca.
Mil cajas advierten
cuentagotas de mayo,
mutiladas entrañas
violaban su frente.
Yacía entre corcho y sal,
con sonrisas inalámbricas
de un jergón de adioses
y cacofonías quebradas.
Chiqui Abreu
hacía sonar el silencio
del vidrio apagado,
vaporoso té en sus cuchillos.
Dedos de arenas agrias,
semilleros de cornetas
sudando párpados,
sobre runas y escaldos.
Grafito envenenado
que escupe polvo
y abre burbujas de fuego,
imanes de diente y roca.
Mil cajas advierten
cuentagotas de mayo,
mutiladas entrañas
violaban su frente.
Yacía entre corcho y sal,
con sonrisas inalámbricas
de un jergón de adioses
y cacofonías quebradas.
Chiqui Abreu
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4 comentarios:
"Cantor...que nadie calle tu voz..." ni tu misma...trás la dureza viene la blandura que es la que lleva la vida en las entrañas....me has dejado dolor y sufrimiento...te devuelvo sonrisas y rosas...un beso con todo mi cariño,Dulce Chiqui
Una pintura de dolor, eso dibujan tus versos, con mucha fuerza y siempre con tanta elegancia.
Un abrazo grande Chiqui,
Alfonso, lamento haberte contagiado con ese dolor, te dejo un millón de besos del alma en recompensa, vale?
Gracias por tus bellas palabras!
Te quiero mucho,
Chiqui.-
Mi querida Silvia, mil gracias por tu bello comentario!!
Ya viste nuestro libro?? Quedó hermoso!!!
Besotes,
Chiqui.-
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