Tras varias lunas de ausencia
el carrusel de tinta reanuda el trote,
nueve corceles de letras
mecen los versos que ayer se perdían
entre las fauces del tiempo
y la quietud de la melancolía.
el carrusel de tinta reanuda el trote,
nueve corceles de letras
mecen los versos que ayer se perdían
entre las fauces del tiempo
y la quietud de la melancolía.
Flaquea el verbo fugitivo,
juega a la desnudez del ritmo
al cabalgar sobre flores sin alma.
Y en otro giro de voces,
la pluma virgen de la madrugada,
escupe sus acentos sin palabras.
Chiqui Abreu
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